Gruñido no dibuja. Nunca consiguió trasladar al papel un modelo de la naturaleza usando, sólo, el lápiz en su mano... Ni poniendo toda su atención e intención conseguía que se reconociera lo dibujado. Ojalá tuviera el don... Sí, ese papel cebolla en la mirada que le permitiera copiar, fidedigna o creativamente, el modelo elegido.
Entonces descubrió cómo interponer el filtro transparente entre su trazo y la imagen. Qué gran invento el calcar!! Tu papel cebolla, admirado dibujante, lo llevas de fábrica. El de Gruñido se compra en la papelería.
Al principio hasta pedía disculpas. Tardaría en entender que sus dibujos también eran originales. Calcados, transformados, customizados... pero muy suyos, por tanto, originales y únicos. Gracias Quim Sosa!!
Sus viñetas parten de la realidad, de un sufrimiento, de un pensamiento, de una idea que, siempre, le lleva a un texto. La palabra define, la imagen capta la atención, sugiere, ilustra y acompaña... Idea, texto e ilustración en su cabeza... Luego busca imágenes que le sirvan de modelo y las trabaja... Ese es su proceso creativo y le divierte transitarlo.
Gruñir es un placer grande y sonoro, inmune a inteligencias artificiales y a rechazos o vacíos gremiales.
GRUÑIDO GRRR
@GrunidoG
grunidogrr@gmail.com
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