Publicada en www.portaldeandalucia.org
Además de dar confort, ser calentitos y en ocasiones ponernos el
corazón a mil por hora, los abrazos aportan muchos beneficios para la
salud tanto física, psicológica, como social.
Entre sus principales aportes están los siguientes:
* Aportan seguridad: El ser humano es muy frágil por naturaleza,
sobre todo cuando somos más débiles, así que una buena dosis de abrazos
nos ayuda a sentirnos seguros y confiados.
* Provoca placer: Cada vez que abrazamos a alguien o nos abrazan
nuestro cerebro segrega dos sustancias que son la dopamina y la
serotonina, ambas reducen el estrés y juntas proporcionan calma,
tranquilidad y sosiego.
* Cubre nuestras necesidades afectivas: Una persona necesita
diariamente, al menos, 14 abrazos para sentirse plenamente querido. Por
ello, es muy saludable comenzar, también, las reuniones de trabajo con
una ronda de abrazos.
* Permiten funcionar de mejor manera: Cada abrazo nos ayuda a
centrarnos y mantenernos felices y funcionales cada día. Especialmente
si desarrollamos labores de alta responsabilidad e incidencia. Se
responsable y abraza.
* La mejor cura contra la timidez: Permite a las personas tímidas
entrar en confianza, ser más abiertos, espontáneos y seguros de sí
mismos, más aún si cabe.
* Ante la creciente soledad, nos hace sentir acompañados y
agradecidos. Y ante la necesidad de cambiar las cosas, lo último que se
pierde es la esperanza: abrázala.
* Disminuye la presión arterial, mejora el sistema inmune y reduce el riesgo de padecer demencia.
* El abrazo une, genera empatía y nos muestra que no somos tan diferentes.
* Es un chute de ilusión!
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En la década anterior la media de personas asesinadas por la defensa
de su territorio y sus recursos naturales ha sido de casi cuatro
personas por semana. A la espera de que la ONG Global Witness facilite
los datos de 2019 que, desgraciadamente, no parecen haber disminuido.
“Cada año la cifra de eventos violentos contra líderes indígenas,
campesinos, periodistas o cualquier persona que esté defendiendo su
derecho al uso legítimo de tierras y recursos, está en aumento. Nunca
fue más peligroso luchar por la defensa del agua, de los bosques o del aire que respiramos.
Los intereses económicos y políticos de los gobiernos y las empresas,
públicas o privadas, usualmente chocan contra los intereses de las
comunidades cuyas tierras van a ser utilizadas para la explotación de
recursos.
En 2018 fueron asesinadas un promedio de más de tres personas por
semana, al defender sus tierras y el medio ambiente de la invasión de
industrias como la minería, la tala y la agroindustria. Incontables más
fueron silenciadas a través de otras tácticas diseñadas para
aplastar la protesta, como arrestos, amenazas de muerte, juicios y campañas de desprestigio.
A nivel mundial, la cifra real probablemente fue mucho mayor, porque
los casos no suelen ser documentados, y muy pocos son investigados.
Resulta difícil encontrar o verificar evidencia confiable.
Entre los presuntos autores se encuentran la seguridad privada de las
empresas, las fuerzas estatales y los asesinos a sueldo, que a veces
trabajan en coalición”.
Alice Harrison, encargada de campañas de Global Witness:
«Los ataques despiadados contra personas defensoras de la tierra y el
medio ambiente siguen ocurriendo, a pesar del creciente impulso detrás
de los movimientos ambientales en todo el mundo. A medida que nos
precipitamos hacia el colapso climático, nunca ha sido más importante
apoyar a quienes intentan defender su tierra y nuestro planeta de la
destrucción imprudente impuesta por ricos y poderosos.
“Es una ironía brutal que, si bien los sistemas judiciales
rutinariamente permiten que los asesinos de personas defensoras caminen
libres, también están siendo utilizados para calificar a las y los
activistas como terroristas, espías o delincuentes peligrosos. Ambas
tácticas envían un mensaje claro a otros activistas: los riesgos de
defender sus derechos son punitivos para ellos, sus familias y sus
comunidades».
Victoria Tauli-Corpuz, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas:
“En marzo de 2018, el gobierno de Filipinas me declaró terrorista.
Esto fue una represalia por haber hablado en contra de las violaciones
de los derechos indígenas en mi país de origen. Durante meses, viví bajo
amenaza, y no podía regresar a casa con seguridad. Aunque desde entonces he sido eliminada de la lista, los funcionarios del gobierno continúan lanzando falsas acusaciones en mi contra.
«Este es un fenómeno que se ve en todo el mundo: las personas
defensoras de la tierra y el medio ambiente son declaradas terroristas,
encarceladas o golpeadas con ataques legales paralizadores, por defender sus derechos o simplemente por vivir en tierras que son codiciadas por otros».
Conozca a los valientes hombres y mujeres que defienden su tierra y nuestro medio ambiente frente a la violencia y las amenazas:
https://www.globalwitness.org/es/campaigns/environmental-activists/personas-defensoras-en-la-l%C3%ADnea-de-frente/#chapter-0/section-0
Fuentes:
https://www.globalwitness.org/es/es/
https://www.globalwitness.org/es/press-releases/enfoque-en-la-criminalizaci%C3%B3n-de-activistas-de-la-tierra-y-el-medio-ambiente/